El fútbol tucumano sonríe; disfruta su momento de gloria. Es que algunos de sus hijos pródigos están a punto de dar el salto de sus vidas. Llegar al viejo continente es el sueño de todo pibe, por eso este momento no es uno más sus vidas.
Joaquín Correa, la “joyita” de Estudiantes de La Plata, podría dejar de jugar en nuestro país. Correa fue ayer tapa de uno de los diarios deportivos más importantes de Portugal, donde se aseguraba que el volante estaba a un paso de ser nuevo refuerzo de Benfica. El mismo medio, aseguró que la operación se llevaría a cabo a cambio de 9,2 millones de dólares.
Pero claro, hay una traba. Estudiantes pide una cifra mayor. Porque de esos 9,2 millones sólo le quedarían 6 limpios. Igualmente, en Portugal confían en que se llegará a un acuerdo entre los clubes.
Correa no es el único tucumano que puede dar el salto de calidad. Matías Kranevitter, quien se encuentra en Estados Unidos haciendo la pretemporada con River, fue sondeado por Torino, de Italia. El equipo turinés tenía chances de llevárselo, pero en el medio apareció Lazio, con una oferta de entre 5 y 6 millones de euros. El volante cumplió 21 años hace poco tiempo y fue uno de los pilares de River durante el último título.
De concretarse estas operaciones, Correa y Kranevitter se sumarían a Roberto Maximiliano Pereyra, quien jugará su tercera temporada en Udinese. Pereyra fue uno de los jugadores de mejor rendimiento de River en la temporada que sufrió el descenso y el club italiano pagó en ese entonces 4,5 millones de euros por el 75% de su pase. Actualmente, Pereyra es uno de los mejores pagos en Udinese y es pretendido por varios clubes, entre ellos Juventus.
Hace unas semanas, Pablo Hernández llegó a Celta, de Vigo. El volante estuvo a punto de jugar el Mundial de Brasil para Chile pero una lesión lo dejó afuera. Celta pagó 1,6 millones de euros para contar con Hernández.
Es el momento de los tucumanos, que quieren comenzar a conquistar europa.